Esta exposición que se encuentra en la Casa de América reúne la obra de 8 artistas procedentes de diversos países latinoamericanos y uno de ellos de España. Dichos artistas nos proponen una reflexión sobre el momento y la situación en los que nos encontramos y trabajan sobre el concepto arte-vida. La exposición en general está muy ligada a los elementos naturales y juega con el exterior e interior así como con la relación entre artificial y orgánico.Hoy en día la urbanización del terreno y los efectos secundarios que de esto derivan están causando una transformación radical del entorno. Con esta idea y con la de conseguir una convivencia entre naturaleza y ser humano, esta exposición muestra la obra de varios artistas comprometidos con esta causa.
De este modo, podemos comprobar cómo la obra "Atravesando el Mikado" de Jerónimo Hagerman (México) nos plantea un entorno arquitectónico como es la sala de exposición y dentro de ella coloca cuatro troncos de madera entrecruzados; lo exterior dentro del interior. Ante la imposibilidad de plantar una semilla en el suelo de parqué el artista nos trae las plantas dentro.
Otra de las obras, "Estructura invertida" de Felipe Arturo (Bogotá) nos hace pensar en las construcciones, en las presentes, en las futuras, en las inacabadas...Aparte de esto sus esculturas parecen seres de cemento que se yerguen sobre unas patas raquíticas de hierro...
Por otro lado, la argentina Ana Gallardo propone un ejercicio de participación en el que nos pide que realicemos nuestros deseos construyéndolos con barro. De esta forma las ideas cobran cuerpo con los materiales más básicos de todos: agua y tierra.
Héctor Zamora (México) realiza una contraposición de ideas: hacer ligero lo pesado. Sus esculturas parecen una especie de aves de cemento que vuelan por toda la sala. Según el artista su obra es una reflexión arquitectónica en la que pone de manifiesto el juego entre curvas y contra-curvas.
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