martes, 26 de enero de 2010

PELÍCULA: EL SHOW DE TRUMAN


Es curioso comprobar como a los pocos años del estreno de esta película (1998) apareció en televisión uno de los fenómenos más rentables de este medio, los realities. Al principio se dijo que eran una especie de experimento sociológico, aunque apestaba a producto prefabricado y con vistas de franquicia...y al final no sabría definir exactamente en lo que se han convertido (creo que la idea se entiende).

Pero al margen de esto, El show de Truman es una propuesta bastante interesante y morbosa. Es como tener una mascota a la que podemos observar todo el tiempo mientras hace su vida sin saber que es observada. La diferencia está en que, por ahora, no hay mascotas humanas. Lo que también plantea una cuestión que se viene debatiendo desde hace relativamente poco: ¿por qué tenemos los humanos más derechos que los animales? ¿quizá por que nosotros inventamos la palabra derecho?

Este tema es bastante escabroso pero mejor centrarse en el tema central de este post: ¿se puede hacer cualquier cosa bajo la excusa del arte? No. Al menos no debería poder hacerse, otra cosa es que se haga o no.

No quiero ni imaginar las consecuencias que eso tendría; adquiriríamos instantáneamente total impunidad para realizar cualquier acto, ya que no hay leyes en el mundo del arte y como lo que hacemos es bajo el nombre de arte tampoco se podría penalizar jurídicamente...

Creo que se puede hacer cualquier cosa (artística) mientras no vaya en contra de la ética, la moral y las libertades de los demás (incluidos animales). Y creía que esto se daba por sentado pero tras escuchar ciertas aportaciones de clase sobre ciertos tipos de performances he podido comprobar que no es así.

Por lo tanto lo único que puedo decir es que si ser artista supone poder cometer atrocidades y además ser respetado por ello deberíamos incluir nuevos artistas en la lista: Hitler, Pinochet, Stalin...

1 comentario: