jueves, 14 de enero de 2010

"Sin título"

La televisión se ha convertido en un elemento tan cotidiano y familiar que es como un miembro más de la familia. Tal importancia tiene que incluso es capaz de ejercer su influencia sobre el resto de elementos de la casa. El salón es uno de sus reinos donde ella recive toda la atención, requiriendo que todo el mobiliario se coloque en torno a su presencia.

LA CAJA


El papel que la recubre no es suficiente barrera como para evitar adivinar que se trata de una caja de cerillas. No sé que hay dentro.


La delgada cuerda se desata fácilmente y ahí está ella, totalmente desprotegida.

Tan solo unos milimetros de cartón separan el exterior del interior; voy a entrar.

Extraños elementos entremezclados reposan sobre un trozo de tela pulcramente doblado. ¿Qué significa?


Las cerillas me llaman poderosamente la atención; quiero fuego pero no puedo alterar el contenido de este paquete.

El contenido de la nota me gusta. Estoy totalmente de acuerdo. Maldito televisor...

Yoko Ono tenía razón. El televisor no ha hecho nada para evitar que el pequeño hombre se suicide y, mientras las cerillas forman una imagen subliminal la diapositiva recoge el momento.

2 comentarios:

  1. los finales de mis historias inventadas siempre son felices....jajajaj!!!debe ser que la factoria disney me ha absorvido el cerebro...jajajaj!!!
    por lo visto los tuyos sufren modificaciones hacia un suicidio y caos absoluto...jajajaj!!!
    P.D.: me encanta la ultima imagen!!!!!!

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